Esta revisión publicada en Nutrients, muestra que la reducción de la ingesta de sodio a nivel poblacional representa una estrategia factible para reducir la carga de morbilidad y mortalidad cardiovascular en todo el mundo. La revisión fue realizada por David A. Jaques, Gregorie Wuerzner y Belen Ponte, de la Division of Nephrology and Hypertension, Department of Medicine, Geneva University Hospitals, Geneva, Switzerland y de la Division of Nephrology and Hypertension, Department of Medicine, Lausanne University Hospitals, Lausanne, Switzerland.
Si bien el sodio es esencial para la homeostasis humana, el consumo actual de sal supera con creces las necesidades fisiológicas. Evidencia sólida sugiere una relación causal directa entre la ingesta de sodio y la presión arterial (PA) y una reducción modesta en el consumo de sal se asocia con una reducción significativa de la PA en individuos hipertensos y normotensos. Además, aunque todavía faltan ensayos controlados aleatorios a largo plazo, es razonable suponer una relación directa entre la ingesta de sodio y los resultados cardiovasculares.
Sin embargo, aún no se ha llegado a un consenso sobre la eficacia, seguridad y viabilidad de la reducción de la ingesta de sodio a nivel individual. Más allá de los efectos indirectos mediados por la presión arterial, las consecuencias perjudiciales de la ingesta alta de sodio son múltiples y se han descrito vías que implican daño vascular, estrés oxidativo, alteraciones hormonales, el sistema inmunitario y el microbioma intestinal.
A nivel mundial, si bien la respuesta individual a la ingesta de sal es variable, el sodio debe percibirse como un factor de riesgo cardiovascular cuando se consume en exceso. Por lo tanto, la reducción de la ingesta de sodio a nivel de la población presenta una estrategia potencial para reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares en todo el mundo.
En esta revisión, los autores proporcionan una actualización sobre las consecuencias de la ingesta de sal en la salud humana, centrándonos en la PA y los resultados cardiovasculares, así como en las hipótesis fisiopatológicas subyacentes.
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