Los expertos asocian el consumo de pescado con la alta esperanza de vida de las personas en Galicia, España.

España puede presumir de tener una de las esperanzas de vida al nacer más elevadas del mundo, de 82,4 años de media en el 2020. Y en Galicia no solo se mejora esa cifra, llegando a los 83,3 años, sino que ostenta el récord mundial de longevidad de las mujeres: 86,2 años, frente a los 85 de las japonesas o los 84,9 de Cataluña y Asturias. Los expertos están convencidos que eso obedece al estilo de vida y la forma de alimentarnos, donde sobresale el alto consumo de productos pesqueros ricos en ácidos grasos omega 3, como el atún, la xarda o la sardina.

La asociación entre el consumo de pescado y el incremento de la esperanza de vida es algo que se puso de manifiesto en el primer Foro de Fomento de Consumo de Peixe, Alimentación Saudable e Sostible na Dieta Atlántica, que ayer arrancó en el aula docente del CHUS, el hospital clínico de Santiago, con la participación de expertos nutricionistas, epidemiólogos y especialistas en enfermedades cardiovasculares.

La pediatra Rosaura Leis, presidenta do comité científico da Fundación Dieta Atlántica de la Universidade de Santiago, abrió las intervenciones destacando que el consumo de pescado, marisco o algas es parte fundamental de una dieta sana. Estima que no se deben comer menos de 3 o 4 raciones de estos productos por semana, pues aportan omega 3, ácidos grasos buenos, aparte de proteínas de alto valor biológico, vitamina D, hierro, potasio, yodo o calcio.

Es más, Leis alertó del riesgo que tienen ahora los más jóvenes de perder la adherencia a la dieta atlántica a base de reducir el consumo de pescado, pues es una puerta que conduce a la obesidad y a que, a la larga, desarrollen toda una serie de patologías «y tengan una esperanza de vida inferior a la de sus padres».

El cardiólogo Guillermo Aldama apuntó que el pescado es «la pieza clave de lo que los norteamericanos llaman la dieta pescomediterránea», un modelo que estudian como patrón de éxito porque reduce hasta un 35 % las probabilidades de infarto.

Los beneficios se observan entre los jóvenes, pero también los mayores. No solo para vivir más, sino para vivir con mayor calidad de vida, explicó el catedrático de Medicina Preventiva Rodríguez-Artalejo, que dijo que el omega 3 del pescado conlleva «un menor deterioro funcional y riesgo de enfermedad crónica».

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el rector de la Universidade de Santiago, Antonio López, fueron ayer los encargados de inaugurar el foro de expertos que analiza los efectos del pescado en una alimentación saludable. La primera jornada se desarrolló en Santiago, y la segunda tiene lugar hoy en la lonja de Ribeira, donde se analizará el papel que juega el pescado en la gastronomía atlántica.

Feijoo puso en valor que, merced al pescado, Galicia tiene la que probablemente es «una de las dietas más equilibradas del mundo», por lo que reivindicó la forma de comer de los gallegos, la de cada familia, como un legado a compilar y preservar. «Somos lo que comemos, y la buena alimentación es la principal herramienta para vivir más tiempo», resaltó Feijoo, que también asoció el elevado consumo de pescado de los gallegos, algo que comparten con el País Vasco o con Castilla y León, con los altos niveles de la esperanza de vida de la comunidad.

La cadena de producción y comercialización de proximidad creada por el sector pesquero gallego, que estuvo activo en todo momento durante la pandemia, es otro de los aspectos reivindicados por Feijoo como algo a preservar.

Por su parte, Antonio López puso el acento en remarcar que la Universidade de Santiago (USC) liderará los esfuerzos para reconocer el valor de la dieta atlántica, en la que juega un papel fundamental el pescado, y en trasladar todo ese conocimiento científico a la sociedad.

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