Combatir el efecto mortal que tiene la diabetes sobre las minorías

Heredamos más que el color de cabello y de ojos de la familia. También se puede heredar una predisposición a padecer la diabetes, una enfermedad que afecta de manera desproporcionada a las minorías étnicas y raciales.

La Oficina de Salud de las Minorías (OMH, por sus siglas en inglés) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) colabora con la Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) y otros grupos para ayudar a los estadounidenses a prevenir y tratar la diabetes, y a atacar la disparidad con la que afecta gravemente a los grupos minoritarios en particular.

El Día de Alerta de la Asociación Americana de la Diabetes, es una llamada de atención para informar a la gente sobre los peligros de la diabetes, sobre todo cuando no se diagnostica o no se trata a tiempo. Este acontecimiento anual, que se celebra el cuarto martes del mes de marzo, es un recordatorio para que tanto jóvenes como adultos mayores se hagan la Examen de Riesgo de la Diabetes de la ADA External Link Disclaimer, que incluye algunas preguntas sencillas sobre sus antecedentes familiares, su peso, su edad y otros factores que potencialmente contribuyen a la diabetes.

La diabetes es una alta prioridad para la Oficina de Salud de las Minorías porque las minorías étnicas y raciales se ven más agobiadas por esta enfermedad, y tienen un control menos adecuado de ella y más probabilidades de sufrir complicaciones (por ejemplo, entre los hispanos, la mortalidad por la diabetes es 50% más alta que entre los blancos que no son de origen hispano).

¿Por qué? Para las minorías, el problema es una combinación de factores de riesgo. “Para algunas minorías, la pobreza, la falta de acceso a la atención médica, y las actitudes y comportamientos culturales son, todos, obstáculos para la prevención de la diabetes y para poder controlarla con eficacia una vez diagnosticada”, explica la Dra. Jonca Bull, M.D., directora de la OMH.

Además, la diabetes puede evolucionar más rápidamente entre los grupos minoritarios. Esta rápida evolución se ve agravada por una mala alimentación, la obesidad y llevar una vida sedentaria.

“La gente vive en zonas y adopta comportamientos que con frecuencia no son conducentes para una vida saludable. No tiene acceso suficiente a alimentos saludables y sí, quizás, demasiado a las comidas rápidas”, lamenta la Dra. Bull. “Tampoco tienen acceso a servicios de salud continuos”.

Qué está haciendo la Oficina de Salud de las Minorías

La OMH está trabajando en varios frentes para ayudar a los grupos de las minorías étnicas y raciales a mantenerse sanos y, de ser necesario, recibir tratamiento para la diabetes.

La Dra. Bull explica que la labor de acercamiento de la OMH incluye concientizar acerca de la necesidad de investigar más terapias para la diabetes que atiendan a las diferencias étnicas y raciales. La OMH también se esfuerza por asegurarse de que las minorías sean incluidas como sujetos de los ensayos clínicos a los que se somete a los productos médicos para el tratamiento de la diabetes y otras enfermedades. Esos ensayos comprenden las pruebas para nuevos medicamentos, productos biológicos (incluyendo vacunas y hemoderivados) y dispositivos médicos en condiciones controladas.

“Necesitamos saber cómo responden a estos tratamientos las minorías étnicas y raciales. ¿Existen factores biológicos y ambientales que hacen que respondan de manera diferente? ¿Son algunos tipos de tratamiento más eficaces que otros para tratar la diabetes y otras enfermedades en ciertos subgrupos étnicos y raciales en particular?”, se pregunta la Dra. Bull.

La OMH también llega a los consumidores a través de su nueva cuenta de Twitter: @FDAOMH.

“Recibimos con agrado las preguntas y los comentarios de los consumidores sobre los problemas de salud de las minorías. Estamos aquí para escuchar e interceder por los consumidores”, ofrece la Dra. Bull.

Una epidemia peligrosa

La diabetes afecta a casi 26 millones de estadounidenses (8.3% de la población). Además, unos 79 millones de adultos (35%) corren el riesgo de contraerla.

La diabetes se da a causa de un defecto en la capacidad del cuerpo para producir o aprovechar la insulina, una hormona que se libera en la sangre para controlar los niveles de glucosa (azúcar) y la cantidad de ésta que llega a las células como fuente de energía. Si el páncreas no produce insulina suficiente o si las células no responden como es debido a esta hormona, la glucosa no puede llegar hasta las células y el nivel de azúcar en la sangre aumenta demasiado. Un alto nivel de azúcar en la sangre puede acarrear problemas de salud devastadores, incluyendo afecciones cardiacas, ceguera, insuficiencia renal, derrames cerebrales, amputaciones y la muerte.

¿Quién tiene diabetes? Según la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y el Negociado de Censos de los Estados Unidos:

  • 17.5% de los indígenas americanos o nativos de Alaska
  • 16.3% de los indígenas americanos
  • 13.2% de los hispanos
  • 12.9% de los negros que no son de origen hispano
  • 9.1% de los asiático-estadounidenses
  • 7.6% de los blancos de más de 18 años que no son de origen hispano

El por qué estos grupos corren un riesgo mayor es una pregunta compleja cuya respuesta no es sencilla. En su mayor parte tiene qué ver con factores tanto genéticos como ambientales. “Parece haber una predisposición a padecer la diabetes entre los indígenas americanos”, advierte la Dra. Bull.
“Conocer tus factores de riesgo para la diabetes es un paso decisivo hacia contar con un diagnóstico oportuno, lo cual puede darles a las personas las herramientas que necesitan para prevenir la evolución de la enfermedad”, agrega.

La Dra. Bull dice que también es importante que la gente con diabetes informe de cualquier inquietud de seguridad que tenga acerca de sus medicamentos o dispositivos (por ejemplo, los aparatos para medir la glucosa) a MedWatch, el Programa de Información de Seguridad y Denuncia de Efectos Adversos de la FDA. Para denunciar algún problema, visite http://www.fda.gov/safety/medwatch/default.htm.

“Los consumidores, en especial los que son miembros de grupos minoritarios, deben informarnos sobre sus experiencias, buenas y malas, con sus medicamentos y tratamientos. Si sufren alguna reacción a ciertos medicamentos para la diabetes o si ven que un tratamiento les funciona mejor que otro, queremos saberlo, porque esa información también puede ser útil para otros”, señala la Dra. Bull.

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