La nutrición a temprana edad de la vida, puede ser la llave a los buenos hábitos para comer correctamente el resto de la vida. Comenzando en el útero, los bebés empiezan a desarrollar preferencias de sabor. Desde la gestación hasta los dos primeros años de vida, se presenta una importante "ventana de oportunidad": Dar forma a las preferencias alimentarias de un recién nacido.
Aunque todos nacemos con una preferencia innata por lo dulce y el rechazo de lo amargo (verduras), las preferencias de sabor se puede aprender a través de la exposición repetida. Introducir nuevos alimentos habilmente puede condicionar a los bebés para el éxito de la dieta y obtener mejores resultados de salud. Sin embargo, la alimentación saludable de los bebés no es tan simple. Introducir alimentos requiere tiempo, paciencia y mucho trabajo.
(Tomado de su versión en inglés).