Nutrición infantil: el primer paso para que crezca el país

Por: Dr. Juan Rivera Dommarco

a Convención sobre los Derechos del Niño establece que todos los niños y niñas tienen derecho a una buena nutrición. De acuerdo con la evidencia científica, una buena nutrición durante los primeros años de vida es clave para el desarrollo del país.

La prestigiada serie The Lancet estima que las deficiencias nutricionales son la causa del 45% de todas las muertes de niños menores de cinco años en el mundo, lo que equivale a 3 millones de muertes cada año.

Además del efecto devastador que tienen sobre la supervivencia infantil, la evidencia indica que los niños/as que sobreviven enfrentarán problemas de desarrollo, dificultades de aprendizaje y pobre desempeño escolar, mayor número de problemas crónicos en la edad adulta y en la vejez; y consecuentemente peores resultados en el mercado laboral.

La OMS señala que en 2016, a nivel mundial 155 millones de niños menores de cinco años sufrían desnutrición crónica, 52 presentaban un peso bajo para su talla y 41 tenían sobrepeso o eran obesos. Los datos de la Encuesta de Niños, Niñas y Mujeres en México (ENIM), indica que en 2015 alrededor de 1.5 millones de niños/as menores de cinco años sufría desnutrición crónica (12%) y más de medio millón tenía bajo peso (4%) o bien obesidad (5%).

Para reducir estos problemas entre un 20 y 60% se han recomendado intervenciones para mujeres en edad reproductiva, embarazadas y niñas/os en la primera infancia. Destacan la suplementación con ácido fólico antes de la concepción; la suplementación proteico-energética balanceada, de calcio y de micronutrientes múltiples en el embarazo; la promoción de la lactancia materna y de una alimentación complementaria apropiada, la administración de vitamina A y de suplementos preventivos de zinc en niños de 6-59 meses, así como el adecuado tratamiento de la desnutrición severa en menores de cinco años.

Quiero enfatizar la importancia de la lactancia materna.

Si todos los niños fueran amamantados, cada año se salvarían unas 820 mil vidas infantiles. No en vano se llama a la lactancia la “medicina personalizada”. El inicio temprano de la lactancia materna (en la primera hora de vida) protege al recién nacido de las infecciones y reduce la mortalidad neonatal.

La lactancia materna prolongada está relacionada con un mayor cociente intelectual y alto rendimiento escolar. Esto conlleva a ingresos más altos en años posteriores – un 12% más por hora en países de ingresos altos y un 16% en países de ingresos bajos y medios, de acuerdo a la serie The Lancet.

Se estima que incrementar las prevalencias de lactancia en el mundo podría evitar, anualmente, 20 mil muertes por cáncer de mama. También sabemos que promueve el espaciamiento de embarazos y reduce su riesgo de diabetes y cáncer de ovario.

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